CULTURA

Tono Arias explora en el Menador la relación entre el ser humano y el medio físico que habita

Las más de 70 imágenes que componen 'Veñen corvos voando baixo' pueden visitarse hasta el 21 de junio

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CASTELLÓ. Parece que fue ayer. Que no ha pasado tanto tiempo. Que todavía miramos al presente con miedo y al futuro con incertidumbre. Que la COVID-19 aún sigue en nuestras vidas. Pero ya hace cinco años. Ya hace más 1826 días que en España se declaró el estado de alarma. Para algunos fue un golpe moral y familiar difícil de encajar. Para otros, como Tono Arias, una oportunidad para dedicar todo el día a la fotografía y sumegirse en un campo de juego al que llama "proceso creativo".

"Recuerdo que, cuando nos mandaron para casa, pasé de no tener casi tiempo a poder dedicar todo el día al trabajo de creación. El ser autónomo te hace estar siempre liado y para mí la pandemia fue una oportunidad. Esto se juntó con que yo tenía una gran cantidad de material analógico y con que vivo en una casa de campo y tenía un gran espacio fuera para trabajar. Todo generó una intimidad propicia para la creación", recuerda Arias en una conversación con Castellón Plaza.

Aquí, el 14 de marzo de 2020, fue cuando nació 'Veñen corvos voando baixo', la exposición que el gallego presentó en el marco de Imaginaria y que puede visitarse hasta el 21 de junio en el Menador. En ella reflexiona, de forma crítica y a través de más de 70 fotografías, acerca de la relación del ser humano con el medio físico que habita y su modo de vida. Las imágenes articulan una representación metafórica de la fragilidad del hombre ante la naturaleza y los drásticos cambios a los que se enfrenta en la actualidad.

Una de las imágenes que componen 'Veñen corvos voando baixo'. Foto: TONO ARIAS

"La naturaleza siempre recupera su espacio y nosotros, para la Tierra, somos como 'nanocosas', seres que pasamos por aquí y que duramos lo que duramos. Nuestros actos le afectan y la erosionan, sí, pero al final nos pasa por encima en cualquier momento y sin piedad", reflexiona el autor, quien no se olvida de que la naturaleza se queja y de que vivimos en una sociedad que poco a poco agota los recursos del planeta, por lo que a través de su fotografía invita a pensar "sobre la responsabilidad colectiva e individual respecto al mundo que estamos construyendo y destruyendo a la vez".

Una muestra análogica y creada con elementos 'de estar por casa'

Arias califica su trabajo como uno que nace "del hecho de tener tiempo y pocos recursos". Casi la totalidad de las imágenes expuestas están hechas con una cámara analógica y a un disparo y durante el recorrido por 'Veñen corvos voando baixo',propone un "viaje para que el espectador vaya fluctuando entre el mundo de la creación y el de los sueños".

Las más de 70 imágenes que componen la muestra están elaboradas a partir de elementos que el gallego tenía disponibles en su casa de campo durante el encierro por la pandemia, como pueden ser una escalera, neumáticos de coche o los típicos cartones que se utilizan para proteger los envíos. También hay alguna toma del paisaje o de árboles plantados por el autor y cuidados a lo largo de los años. 

Foto: TONO ARIAS

'Veñen corvos voando baixo' es una llamada a la reflexión y al cambio. También al cuidado de la naturaleza y a su protección. De no ser así, Arias no dilucida un futuro próspero a nuestro planeta, y de ahí precisamente viene el nombre de la muestra: "Durante la pandemia, todos los animales cambiaron su actitud. Estaban más presentes, se dejaban ver más. Supongo que el silencio y la calma lo propició. Los cuervos pasaban los días en mi jardín. El cuervo es un animal muy inteligente pero que tiene fama de traer malos augurios. De ahí que lo utilizara para hacer el símil".

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