CASTELLÓ. La cultura y su amplio abanico de disciplinas artísticas se mecen al ritmo de la sociedad para reflejarla y enmarcarla en su momento y en su espacio. De un tiempo a esta parte, al albor del característico calor estival de las latitudes mediterráneas, convergen una serie de factores que derivan en propuestas y experiencias más íntimas, al aire libre. En el caso de la música, los conciertos en acústico en patios, jardines o claustros de espacios culturales como museos aprovechan un clima agradable para crear atmósferas especiales. A la vez que el escenario gana en viveza, los acordes se benefician de la calidez y la cercanía con el público para favorecer el diálogo entre este y los intérpretes. Así, estos ciclos acercan la pureza del canto y las notas instrumentales a una audiencia generalmente reducida.
Bajo esta premisa, la vocalista segorbina Lia Pamina proyectará su suave y delicada voz - acompañada a la guitarra por Juanjo Clausell - este viernes a partir de las 20.00 en el patio del Museo de Etnología de Castelló. La actuación forma parte de la segunda edición del ciclo Arrels: Acústics al Metcas, impulsado por el Ayuntamiento de Castelló durante junio y julio. Pamina, también compositora, dio a conocer sus canciones a través de la red y, desde 2016, cuando publica su primer álbum, Love is enough, comienza una trayectoria que se extiende en diversos sencillos y EP. La castellonense evoca con su música ambientes soñadores y cinematográficos mediante una elegancia melancólica. Antes de su concierto, Lia Pamina conversa con Castellón Plaza acerca del enclave de la actuación, la estética de sus temas o su porvenir.
— Lia, vuelves a actuar en Castelló, esta vez en un espacio íntimo como el Museo de Etnología. ¿Cómo planteas un concierto en un entorno tan singular?
— Se trata de una propuesta que me gusta, en un entorno lleno de historia. Quiero agradecer a Manu Vives y a los organizadores por ofrecer este evento y también por haber contado conmigo. El concierto va a ser en acústico, un par de guitarras y algunas percusiones por parte de Juanjo. Mi propuesta musical es un proyecto de estudio. A lo largo de estos años he estado trabajando con numerosos músicos y productores de diferentes países, mayoritariamente de forma remota. Por lo tanto, por razones obvias, no hemos podido reunirnos para ofrecer actuaciones en directo. Así que, en los conciertos, planteo las canciones de una forma muy reducida: mi guitarra, la de Juanjo y algunas percusiones. También pondré varias pistas instrumentales de los discos durante el concierto; de este modo, tenemos presente el trabajo de los productores y los músicos, a la vez que mostramos el sonido de Lia Pamina.

- Lia Pamina -
- Foto: Santi Díaz
— Tu voz tiene un sello inconfundible, entre la delicadeza del pop y la nostalgia. ¿Cómo ha evolucionado tu forma de cantar desde tus primeras canciones hasta ahora?
— Creo que mi forma de cantar sigue siendo la misma de siempre; es la que funciona con mi voz. A veces interpreto de una forma más "breathy", más aireada, y potencio esta característica; pero, de todos modos, siempre sueno así; incluso cantando con cierta potencia en determinadas tonalidades, sueno "susurrante". Se trata de una cuestión física y de timbre, más que de técnica.
— Te acompaña Juanjo Clausell a la guitarra. ¿Qué aporta él a tu música y qué nos puedes adelantar de vuestro trabajo conjunto sobre el escenario?
— Cuento con Juanjo en los conciertos para ofrecer un sonido más lleno. Él aporta acompañamiento de guitarra y percusión. Siempre es genial contar con su trabajo a mi lado.
El inglés es un idioma muy bueno para las canciones, pero prefiero cantar en mi idioma nativo o en italiano, porque son las lenguas en las que más cómoda me siento
— A lo largo de tu carrera has grabado en inglés, francés o en español ¿En qué idioma te sientes más libre a la hora de la creación y por qué?
— En castellano, creo que todos somos mejores intérpretes en nuestra propia lengua. Grabé en inglés porque comencé a trabajar con productores de otros países. El inglés es un idioma muy bueno para las canciones, pero prefiero cantar en mi idioma nativo o en italiano, porque son las lenguas en las que más cómoda me siento. También publiqué canciones en gallego, junto a mis compañeros de la discográfica Os Peregrinos. Soy medio gallega; mi padre es de La Coruña, así que hicimos un homenaje a la escritora Rosalía de Castro. Se nos ocurrió la idea de hacer bossa nova en gallego, por la similitud que esta lengua tiene con el portugués, y nos encantó el resultado.
— Tu música evoca a menudo una estética vintage, casi cinematográfica. ¿De dónde nace esa sensibilidad tan particular?
— Mi pasión por la estética de los años 60 y 70 nació durante mi adolescencia, tras enamorarme de la música de The Beatles, The Rolling Stones, Marianne Faithfull, Françoise Hardy... Quedé fascinada con la música y la estética de esas dos décadas.

- Lia Pamina -
- Foto: Santi Díaz
— Eres natural de Segorbe y actúas en Castelló. ¿Qué peso tiene la esencia de lo local en tu identidad como artista?
— Mi identidad como artista se ha creado a partir de influencias internacionales. Supongo que siempre llevamos algo del lugar en el que hemos crecido, quizás en una forma de percibir e interpretar el mundo, aunque ni siquiera seamos conscientes de ello.
Supongo que llevamos algo del lugar en el que hemos crecido, quizás en una forma de percibir e interpretar el mundo, aunque ni siquiera seamos conscientes de ello
— Después de los discos con Elefant Records y tus colaboraciones con Dario Persi o Joe Moore, ¿en qué momento creativo está Lia Pamina ahora? ¿Qué novedades hay en camino?
— El último sencillo que he sacado ha sido junto a los productores suecos Jonas Nordin y Roger Gunnarsson. Me encantaría seguir trabajando con ellos y también con Dario. Con estos músicos congenio muy bien y también suelo tener un papel activo en la composición y en el proceso creativo.
— Finalmente, ¿qué te gustaría que se llevase el público después de escucharte este viernes en el museo?
— Una tarde de melodías delicadas y atemporales. Un poco de magia vintage para dar la bienvenida al verano.