Cine

Breve historia de las 'chicas Hunt': cómo los clichés ahogan la saga de 'Misión imposible' a mayor gloria de Tom Cruise

  • om Cruise y Vanessa Kirby en ‘Misión imposible: Sentencia mortal’

VALÈNCIA. El final de ‘Misión: Imposible’ es una mala noticia para los fans del cine de acción. Pocas sagas se han tomado tan en serio el género, hasta el punto de llevarlo dónde jamás había estado. En un momento de cierto declive de la acción clásica precisamente por el uso y abuso de lo digital, el cariño y cuidado que la saga de Tom Cruise ha puesto en el rodaje de escenas espectaculares con efectos especiales tradicionales sigue siendo loable hasta el aplauso. 

 

De hecho, la reciente ​​Misión imposible: Sentencia final ofrece una escena de acción a bordo de dos aviones que cuesta quitarse de la cabeza, de lo absurdamente bien planteada que está. Con todo, en demasiadas ocasiones los fuegos de artificio suelen obnubilarnos a los hombres lo suficiente como para que se nos pasen desapercibidos otros asuntos no menores. Por ejemplo: ¿Sabías que ninguna película de Misión: Imposible pasaba el Test de Bechdel hasta el estreno de Sentencia mortal? Y eso que hablamos de una saga que empezó en 1996 y que se ha prodigado en personajes femeninos importantes, de peso narrativo específico. 

 

Sin embargo, hasta su última aventura –las dos últimas entregas de la saga se concibieron como dos partes de una misma misión–, no había cumplido con los tres sencillos que marca el test. Ya saben: tener dos personajes femeninos con nombre propio, que compartan escena y conversación entre ellas, y que dicha conversación no verse, precisamente, sobre un hombre.

 

  • Tom Cruise y Emmanuelle Béart, que interpreta a una agente secreta traidora en ‘Misión imposible’, de Brian De Palma -

De la mujer objeto a la mujer trauma  

 

Aunque suele ser bastante significativo del falocentrismo de cierta ficción audiovisual, el Test de Bechdel, es evidente, no lo explica todo. Pero si analizamos las funciones específicas y los acercamientos narrativos que la saga ha tenido con respecto a las mujeres, Misión Imposible podría ser la saga más longeva con personajes femeninos peor escritos del cine de acción contemporáneo. Pues conocida es el papel de ‘chica Bond’, pero poco se habla de las ‘chicas Hunt’. 

 

Empezando por la Claire a quien daba vida Emmanuelle Béart en la primera misión, dirigida por Brian De Palma en 1996. Es curioso que siendo una película cuyo reparto goza de personajes femeninos como la interesante traficante Max, a quien dio vida Vanessa Redgrave, o la única agente con apellido, Sarah Davies, interpretada por Kristin Scott Thomas, el peso narrativo lo lleve un personaje que es pura utilidad de guion. 

 

Sin agencia propia, Claire está concebida como una suerte de femme fatale que seduce y traiciona a Ethan Hunt, el agente al que da vida Tom Cruise, solo para facilitarle las cosas a su pareja, el villano Jim Phelps que no solo la considera ‘mercancía’, cosificada hasta el extremo, sino que la considera una propiedad que pierde valor habiendo estado con otros hombres, así que termina por asesinarla. 

 

En Misión imposible 2, una de las mejores entregas de la saga, la cosa mejora pero poco. La ladrona Nyah Hall a quien da vida Thandiwe Newton empieza teniendo agencia propia pero tras ser prácticamente acosada por Etha Hunt termina enamorándose de él y sacrificándose por él, tras inyectarse un virus mortal que la convierte en mera dama en apuros. 

 

  • Ethan Hunt se casa en la tercera entrega, y desde ese momento Julia, Michelle Monaghan, es su mayor debilidad -

En Misión imposible 3 aparecen varias mujeres importantes, y su función narrativa evoluciona solo en la medida en que beneficia a la figura de héroe trágico que será Ethan Hunt a partir de aquí. Son un vestido, una suerte de hija que rescatar y una pareja a la que salvar. La primera le dio vida Maggie Q, cuyo personaje carecía de cualquier personalidad más allá de vestirla con sugerentes y elegantes modelitos. La segunda, Keri Russell, fue una pupila de Ethan a quien el villano secuestró e implantó un chip explosivo en el cerebro. Su muerte, en brazos del protagonista, hace que se sienta culpable y acepte una misión que derivará en que secuestren a su mujer, a quien da vida Michelle Monaghan. 

 

La mujer de Ethan Hunt, Julia, aparece en algunas películas más tras ser salvada por su marido en la tercera, pero siempre se dibuja sobre el papel como una debilidad que los villanos aprovechan para meter en apuros al protagonista. Ocurre en Misión imposible: Protocolo fantasma y en Misión imposible: Fallout.

 

  • Rebecca Ferguson, único personaje femenino con agencia real en la saga, desapareció cuando llegó una nueva ‘chica Hunt’ -

 

Mujeres de armas tomar 

 

Dicho esto, se podría conceder que la saga otorga cierta agencia a sus protagonistas femeninos a partir de Misión imposible: Nación secreta. En su antecesora, la cuarta entrega, los dos personajes femeninos a los que daban vida Paula Patton y Léa Seydoux carecen totalmente de una personalidad más allá de la etiqueta del personaje sobre el guion: una agente del FMI y una asesina francesa. 

 

Pero en la quinta película aparece el personaje de Rebecca Ferguson y el de Vanessa Kirby. La primera interpreta a una agente del MI5 llamada Ilsa Faust, y la segunda una traficante conocida como La viuda blanca, que curiosamente es hija de Max, el personaje femenino más interesante de la película de De Palma. Ambas personajes con agencia e independencia, con sus propios intereses y con su propio desarrollo. Qué curioso que ambas terminen por desarrollar una suerte de fetiche por el personaje de Ethan Hunt. 

 

La primera morirá en una batalla a espada espectacular a manos del villano de las dos últimas en Misión imposible: Sentencia mortal. Y eso la convertirá en otra mujer a la que Ethan Hunt no pudo salvar, porque las mujeres solo son ‘salvables’ al menos hasta la muerte de Ilsa. La segunda también es apuñalada, en circunstancias menos épicas. Y ambas desaparecen totalmente de la trama para dejar espacio a la nueva ‘chica Hunt’, una ladrona llamada Grace a quien da vida Hayley Atwell. Junto a la asesina interpretada por Pom Klementieff los personajes femeninos relevantes de la última entrega. 

 

Clama especialmente al cielo la nula mención a Ilsa Faust en la última entrega, siendo el personaje femenino más importante de la saga. Pero todo parece obedecer a que ningún personaje pueda opacar la grandeza de la tragedia que acompaña al protagonista de Tom Cruise. Porque él es el héroe, mientras a su alrededor su saga se llena de mujeres que mueren o son salvadas, o son secuestradas, o se sacrifican en pos de funciones narrativas hechas a la medida del personaje de Ethan Hunt. Una auténtica pena que nadie se haya parado a escribir bien a las ‘chicas Hunt’ para que dejasen de ser eso, meros complementos del protagonista.  

 

  • Hayley Atwell da vida a una ladrona aparecida de la nada que salvará a Hunt de una muerte segura. -
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